A diario leemos en los periódicos o vemos en noticieros que un ciudadano fue sometido a la justicia acusado de violar las leyes terrenales que solo son aplicadas valga la salvedad a los pobres; pero ignoramos el largo y angosto camino que esas personas recorren, en muchos casos siendo inocentes de los cargos y pasan por el escrutinio de la muy cuestionada “justicia” que se vive en mí país.
A pesar de todo dicen por ahí, que mí país es el mejor del mundo para vivir, porque si tienes dinero haces lo que sea y yo estoy muy de acuerdo con esa aseveración; pero agrego RELACIONES; amigo lector con DINERO Y RELACIONES mueves los cimientos más elevados, agregando, que puedes hacer lo que se te pegue la gana.
El primer paso que dan los miembros de la policía cuando detienen a un ciudadano que supuestamente infringió las leyes es trasladarlo al destacamento más cercano para depurarte, en la mayoría de los casos corres con la suerte de ser recibido con torturas que van desde colocarte una funda plástica y tratar de asfixiarte, hasta sumergir tu cabeza en una cubeta de agua sucia, todo esto acompañado del famoso tubo, causando heridas que te llevan directo al hospital. Acompañado de los maltratos físicos, están las torturas psicológicas obligándote aceptar delitos que no cometiste, a cambio de poner fin a los maltratos de tus verdugos llamados “justicia”.
Si usted vive en mi país, República Dominicana y no tiene dinero ni relaciones, cuídese de nunca caer en manos de nuestra cuestionada justicia; sino lea de nuevo este artículo y verá las vicisitudes que pasará en manos de nuestra Policía Nacional.
A pesar de todo dicen por ahí, que mí país es el mejor del mundo para vivir, porque si tienes dinero haces lo que sea y yo estoy muy de acuerdo con esa aseveración; pero agrego RELACIONES; amigo lector con DINERO Y RELACIONES mueves los cimientos más elevados, agregando, que puedes hacer lo que se te pegue la gana.
El primer paso que dan los miembros de la policía cuando detienen a un ciudadano que supuestamente infringió las leyes es trasladarlo al destacamento más cercano para depurarte, en la mayoría de los casos corres con la suerte de ser recibido con torturas que van desde colocarte una funda plástica y tratar de asfixiarte, hasta sumergir tu cabeza en una cubeta de agua sucia, todo esto acompañado del famoso tubo, causando heridas que te llevan directo al hospital. Acompañado de los maltratos físicos, están las torturas psicológicas obligándote aceptar delitos que no cometiste, a cambio de poner fin a los maltratos de tus verdugos llamados “justicia”.
Si usted vive en mi país, República Dominicana y no tiene dinero ni relaciones, cuídese de nunca caer en manos de nuestra cuestionada justicia; sino lea de nuevo este artículo y verá las vicisitudes que pasará en manos de nuestra Policía Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario